
Carolina Orozco rompió mitos mineros y transformó la industria en el Ecuador
En la segunda temporada de Mundo Minero TV, Darío Ruiz presenta una historia que desafía viejos mitos de la minería ecuatoriana. Carolina Orozco, ingeniera ambiental, abogada y líder del sector, rompió barreras en un mundo donde las mujeres antes eran vetadas. Hoy, como presidenta del Directorio de la Cámara de la Minería del Ecuador y cofundadora de Women In Mining Ecuador, impulsa un cambio real hacia la equidad.
Carolina Orozco no solo entró a una mina en Ecuador; la transformó. Hace años, un absurdo mito prohibía a las mujeres ingresar a minas por «mala suerte». Hoy, como ingeniera ambiental, abogada, madre y gerente general de Torata Mining, Orozco lidera una revolución silenciosa que combate prejuicios, impulsa equidad y redefine el propósito de la minería moderna.
Todo comenzó con un rechazo. Al llegar como consultora ambiental a un proyecto minero, le negaron la entrada: «Si usted entra, desaparece la veta de oro», le dijeron. La humillación se convirtió en determinación. «Ahí dije: me quedo en esta industria«, recuerda Carolina. Su lucha no fue solo contra la superstición, sino por justicia. Proveniente del sector petrolero —donde descubrió que el cambio se impulsa desde adentro—, asumió un nuevo reto: demostrar que la minería responsable es posible.
Como presidenta de la Cámara de Minería de Ecuador y cofundadora de Women in Mining Ecuador, Orozco impulsa dos pilares: reciprocidad ambiental e impacto social. «Si aprovechamos minerales para tecnologías que mitigan el cambio climático, debemos devolverle al planeta acciones concretas», explica. En Torata Mining, convirtió un proyecto con pasivos ambientales en un modelo de minería con propósito: comunidades remotas como El Guayabo, donde antes imperaba la minería ilegal y la pobreza, hoy tienen negocios autónomos, menores índices de violencia y más niños en las escuelas.
Pero su mayor orgullo es el cambio tangible. «Ellas [las mujeres de las comunidades] son ahora jefas de hogar», destaca. Un ejemplo: un emprendimiento de catering liderado por mujeres que, pese a no saber escribir al inicio, hoy gestionan contratos con empresas. «Su esfuerzo es diez veces más valeroso que el mío», reconoce Carolina, consciente de sus privilegios.
Como madre soltera, desmitifica otro estereotipo: el equilibrio perfecto. «Quien diga que puede balancear todo, miente. Priorizo calidad sobre cantidad con mi hijo», afirma. Lo lleva a proyectos mineros, involucrándolo en su mundo profesional como un juego. «Él es mi indicador de que voy bien».
Para Orozco, el futuro minero depende de dos factores: inversión estable y talento sin género. «Necesitamos más empresas mineras para crear oportunidades. Si no, ¿de qué sirve que las mujeres estudien ingeniería si no hay plazas?». Con Women in Mining, trabaja para que la equidad sea norma, no cuota.
Carolina Orozco es símbolo de una minería que derriba muros: entre mitos y realidad, entre explotación y reciprocidad, entre lo masculino y lo femenino. Su historia prueba que la industria puede ser un motor de justicia social y ambiental, siempre que escuche a quienes antes excluyó. El camino es largo, pero cada mujer que entra a una mina hoy, gracias a su lucha, ya lleva consigo buena suerte: la de construir futuro.
Mira la entrevista completa aquí: