LA EXPERIENCIA CHILENA EN EL PROCESO DE VOLADURA
Entrevista a Max Ortiz ingeniero senior de tronadura en la empresa NAEX
Max Ortiz, ingeniero senior de tronadura en la empresa NAEX, en el marco del IV Congreso Internacional de Perforación y Voladura, comentó que la tronadura “es sumamente importante porque es un proceso del cual los costos están muy bien manejados”, señalando que es uno de los procesos más baratos para “liberar la partícula mineralógica”, añadiendo que “tiene un impacto sumamente fuerte en los procesos posteriores, por lo que es muy importante que este proceso de voladura sea lo más cercano a la perfección para obtener resultados de recuperación de minerales de la manera más barata, rentable y condescendiente con el negocio minero”.
Con respecto al trabajo que se ha realizado en Chile para promover un diálogo informado respecto del proceso de voladura, Ortiz dio a conocer que “hoy por hoy existen normas internacionales que están sumamente aceptadas por todos. Nosotros como ingenieros de tronadura trabajamos con normas internacionales desde el punto de vista del ruido, vibraciones, generación de polvo y gases, incluso hasta la estimación y percepción humana, entonces en Chile estamos un poco más avanzados en el sentido de que siempre nos apegamos a la norma internacional, y educando a las comunidades cercanas desde el punto de vista que las hacemos partícipes y hacemos talleres para que las personas puedan ver que el proceso de voladura, si bien es un proceso destructiva, muchas veces puede ser controlado”.
Sobre el tema de garantizar y salvaguardar la integridad de las personas que se ven inmersas en el proceso de voladura, el ingeniero señaló que “primero que todo es el conocimiento, la educación, partiendo desde la gente que está inmersa en el proceso de voladura, como la gente que está externa al mismo. Muchas veces entendemos la voladura como un proceso destructivo o fuera de control, pero la opción de educar y de poder entregar información de cómo funciona la detonación parte del proceso educativo”, recalcando que este conlleva a que la actividad sea “aceptado tanto por la comunidad externa a la faena, como por los trabajadores que están inmersos en la misma”.
Max Ortiz ingeniero senior de tronadura