Perspectiva rural frente al desarrollo minero: retos y realidades
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Visión del sector rural con respecto al desarrollo minero

Visión del sector rural con respecto al desarrollo minero

Por Cinthya Isabela Chuncho Salas. Ingeniera en Geología Ambiental y Ordenamiento Territorial

 

La ruralidad es un entorno complejo con una conexión importante entre las familias y sus tierras. En el contexto minero este sentido de pertenencia se ve contrariado con la idea de que ellos no son los dueños legítimos sino el estado, generando un rechazo hacia la industria principalmente debido al aprovechamiento de terceros en su entorno y la ignorancia de las problemáticas de estas familias.

 

Es entonces cuando diferenciar la minería legal e ilegal se vuelve totalmente secundario. Porque tal vez para la comunidad minera está sumamente claro que apostamos por una minería responsable, entendiendo las cuestiones técnicas y sociales, pero en un sector que debe anteponer su economía para poder sustentar necesidades básicas, resulta poco creíble que empresas reguladas por un gobierno, para ellos ausente, representen mayores beneficios que los que estas comunidades buscan alcanzar por si solas.

 

Aunque como comunidad minera estamos conscientes de la importancia de educarnos para ejercer responsablemente, es complicado transmitir este sentir a comunidades donde, dejando de lado presupuestos e infraestructura, uno de los puntos más débiles es la educación. Un sistema educativo que descuida estos sectores crea ambientes en los que se devalúa la importancia de la formación académica. Cuando la calidad de vida es menor se vuelve cuestión de supervivencia priorizar actividades económicas para sustentar los hogares y se considera un privilegio poder enfocarse en inversiones educativas.

 

Este conjunto de condiciones resulta en una desconexión entre la naturaleza, la economía y el bienestar comunitario y muchas veces termina en prácticas totalmente inadecuadas que resultan en la destrucción de entornos enteros, acompañados de conflictos sociales, que conllevan pérdidas para comunidades, empresas y el estado. Todo por no poder establecer y organizar una actividad productiva en conjunto y empatizando eficientemente con la realidad de los sectores involucrados.

 

*La opinión de este artículo es responsabilidad del autor y no refleja el pensamiento de este medio.