
El sector minero espera estabilidad con nuevo gobierno de Noboa
El triunfo de Daniel Noboa en la segunda vuelta electoral trajo un ambiente de calma y optimismo al sector minero ecuatoriano. La industria considera que la estabilidad política es clave para el desarrollo de proyectos a gran escala y espera que, en este nuevo mandato, el Gobierno reabra el catastro minero, cerrado desde 2018, como una señal clara de apertura a nuevas inversiones.
María Eulalia Silva, presidenta de la Cámara de Minería del Ecuador, destacó el respaldo que el presidente ha demostrado hacia esta industria. Recordó su participación hace un año frente a inversionistas internacionales, donde aseguró que Ecuador es un destino confiable para la minería responsable. “El presidente Noboa se paró frente a ellos y dijo: ‘Creemos en el desarrollo de esta industria’. Eso marcó una diferencia”, afirmó.
Durante la campaña, preocupó al sector la posibilidad de una moratoria minera, propuesta por la excandidata Luisa González en alianza con Pachakutik. No obstante, Silva enfatiza que gobernar requiere más que promesas: se necesita financiamiento, y en un país dolarizado como Ecuador, la inversión extranjera es crucial.
Entre las prioridades del sector está la expedición de una política minera de Estado y la creación de un ministerio exclusivo para el área. También se considera fundamental avanzar en leyes clave como la de consulta previa libre e informada, y reformas a la ley de minería y recursos hídricos.
Pese a que la próxima Asamblea Nacional será polarizada, la Cámara de Minería mantiene un enfoque apolítico. “Nos reunimos con todas las bancadas. Lo que buscamos es que las decisiones estén bien informadas y basadas en criterios técnicos”, explicó Silva.
Las expectativas son altas: seis proyectos mineros podrían entrar en fase de construcción en los próximos cuatro años. Cascabel, La Plata, El Domo, Loma Larga, Cangrejos y Warintza representan verdaderos polos de desarrollo y sumarían una inversión estimada de $10.000 millones. Estas obras generarían empleo y dinamizarían economías locales.
Se proyecta que las exportaciones mineras en 2025 alcancen entre $3.300 y $3.500 millones. Aunque no se prevén nuevas operaciones en el corto plazo, se espera que la llegada de inversión para la fase de construcción impulse significativamente el crecimiento del sector.
El Ecuador necesita minas operativas para generar divisas, pero también requiere proyectos en exploración. Por eso, la reapertura del catastro minero se vuelve esencial. Como concluye Silva, “la minería es el futuro económico del país, más allá de quién esté en el poder”.
Fuente: Diario El Universo