¡PROYECTOS MINEROS BAJO ATAQUE JUDICIAL!
En los últimos años se ha iniciado la exploración de grandes proyectos mineros. Desafortunadamente, administrar la industria durante los últimos 2 años ha sido un proceso complejo y polarizado. Los principales desafíos colectivos que enfrenta este gobierno son la necesidad de generar desarrollo económico de la extracción de recursos no renovables para reducir la pobreza, haciéndolo de manera ambiental y socialmente responsable.
Y es así, como a través de la decisión de juez, se revoca la licencia ambiental de uno de los proyectos más importantes como lo es, el proyecto Llurimagua, ubicado en la provincia de Imbabura, provocando un atraso temporal o paralización en las actividades , aumentando el nivel de conflictividad en los territorios aledaños a nivel específico y a nivel general se incrementa el nivel de incertidumbre en la seguridad jurídica del país poniendo en duda su capacidad de pago para cumplir compromisos de deuda lo que se traduce inmediatamente en el incremento de la prima de riesgo financiera internacional.
En el 2014 el Ministerio del Ambiente, otorgó la licencia ambiental para operar el proyecto compartido entre Enami Ep y Codelco, pero y ¿Cómo? es posible que la revocarán en el 2023, siendo que este proyecto estaba ya paralizado desde el 2021, ya que la empresa Codelco solicitó arbitraje internacional y por ende no había actividades. Según la sentencia se suspende toda actividad minera en la zona de influencia además la sentencia dice que “existió una vulneración de los derechos relativos a la protección de la naturaleza y la consulta ambiental a las comunidades en la zona de influencia”.
En tal virtud, consideramos que las autoridades ambientales tienen derecho a retirar las aprobaciones ambientales de proyectos existentes cuando estos, estén causando un considerable impacto ambiental.
Con lo antes expuesto, el proyecto Llurimagua se encontraba detenido en sus operaciones y a la fecha de la revocatoria se encontraba en la etapa de exploración, tomando en cuenta que aun no ha tenido extracciones ni daños ambientales. La aprobación ambiental se cambia por varias razones, como la existencia de un impacto ambiental evidente y haya sido generado y haya causado problemas, así como la reducción o ampliación del área del permiso a solicitud del dueño del proyecto o la variabilidad de las condiciones de uso del recurso natural renovable, generando mayor impacto respecto a lo consagrado en la licencia, entre otros.
Si la situación evidenciada genera un efecto significativo que pueda ocasionar riesgo al entorno e incluso al propio proyecto, la autoridad tendría la autonomía de suspender actividades hasta tanto no se realicen los ajustes al estudio de impacto ambiental (EIA) llevar a cabo las modificaciones en paralelo al desarrollo de las obras. Pero ¿Qué está pasando realmente con el proyecto Llurimagua? ..Estarán tomando en cuenta todos estos parámetros o se trataría de una estrategia producto del desconocimiento de los actores involucrados que dejan al descubierto una fuerte agenda anti-minera de grupos ecologistas que se han encargado de cortar los planes de desarrollo de este gobierno que de por sí, aun no encuentra del todo los mecanismos de discusión adecuados para enfilar por las rutas de desarrollo a un sector que generas divisas y empleos en el corto y largo plazo.
Por: Michelle Román Celi
