
Sistemas fotovoltaicos y su integración en redes eléctricas
Por David Paillacho.
Analista Técnico de Incubación 2 – IIGE
Con el objetivo de reducir la dependencia de combustibles fósiles y mitigar el cambio climático, la integración de fuentes de energía sostenibles, como los sistemas fotovoltaicos, a las redes eléctricas, se ha vuelto esencial. Esta combinación optimiza el uso de recursos energéticos y diversifica las fuentes de energía, garantizando un suministro eléctrico más estable. La energía solar puede actuar como un respaldo ante la insuficiencia de generación; y, el almacenamiento energético mediante baterías permite acumular el excedente para su uso en momentos de baja producción, mejorando así la estabilidad del suministro.
Para integrar un sistema de paneles solares con la red eléctrica convencional, se requiere una configuración que incluye componentes clave como módulos solares, inversores, sistemas de control y almacenamiento. Los paneles solares convierten la radiación solar en corriente continua (DC), que luego es transformada en corriente alterna (AC) por los inversores para su compatibilidad con la red. Además, un sistema de monitoreo optimiza el flujo de electricidad, y se pueden implementar configuraciones con almacenamiento de energía o sistemas conectados a la red que facilitan la medición neta de energía.
El montaje de los paneles es crucial para maximizar la captación solar y puede incluir estructuras fijas o sistemas de seguimiento solar. La seguridad del sistema se garantiza mediante dispositivos de protección eléctrica que previenen sobrecargas y cortocircuitos. La correcta integración de estos elementos es fundamental para asegurar un rendimiento eficiente y un suministro energético confiable y sostenible.
Un ejemplo destacado de esta integración es el proyecto de la Isla Isabela en Galápagos, que combina una planta fotovoltaica con un sistema de almacenamiento de energía, proporcionando un suministro eléctrico estable a la comunidad local y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. Este tipo de iniciativas no solo mejora la calidad de vida, sino que también contribuye a la conservación del ecosistema y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sirviendo como modelo para futuras implementaciones de energías renovables en áreas remotas.
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https://drive.google.com/file/d/1hr66EgYeT7oIJiX7rv44DGZ9UKitxXg0/view?usp=sharing
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