La inversión en redes eléctricas impulsa la transición energética hacia la sostenibilidad
El informe «Connecting the dots» destaca la importancia de las redes eléctricas y ofrece recomendaciones para alcanzar los objetivos de descarbonización y promover la integración de energías renovables.
La inversión en la red de distribución es fundamental para impulsar la transición energética y alcanzar los objetivos de descarbonización establecidos en el Acuerdo de París. El informe «Connecting the dots: Distribution grid investment to power the energy transition» destaca la importancia de las redes eléctricas en este proceso y ofrece recomendaciones políticas y normativas.
La electrificación de la demanda de energía y la integración de fuentes renovables dependen en gran medida de las redes eléctricas. Para lograr la transición energética en Europa, se estima que las redes de distribución requerirán una inversión de entre 375-425 mil millones de euros en el periodo 2020-2030.
Esta inversión tiene numerosos beneficios para la sociedad, incluyendo la promoción de la sostenibilidad a través del despliegue de la movilidad eléctrica y las energías renovables, la mejora de la competitividad al reducir el precio de la electricidad y las importaciones de combustibles fósiles, el impulso a la economía y la creación de empleos, y el avance hacia la centralización del cliente mediante la oferta de nuevos servicios.
Los Operadores de Sistemas de Distribución se enfrentan a desafíos en áreas clave como la planificación y ejecución de inversiones, la automatización de la red y la integración de renovables y recursos energéticos distribuidos. Para abordar estos desafíos, se requiere la implementación de políticas y procedimientos adecuados.
Entre las recomendaciones políticas y regulatorias se incluye la flexibilidad en los marcos de planificación nacional, facilitar el acceso a los fondos de la UE, involucrar a las comunidades locales, simplificar los procedimientos de autorización y concesión de permisos, definir estructuras tarifarias eficientes y dotar a los organismos de apoyo a la exportación de un nuevo papel.
Además, es necesario establecer modelos de remuneración e incentivos rentables y con visión de futuro, así como desarrollar la flexibilidad a través de funciones, infraestructuras y procedimientos de intercambio de información.