LA MINERÍA ILEGAL EN ECUADOR ENTRE LA INFORMALIDAD Y EL DELITO
Como se conoce la minería es una de las actividades productivas más importantes de las sociedades modernas. Entre los diferentes minerales existentes, el oro y el cobre han destacado, debido a su estabilidad referente a sus precios en el tiempo.
El Ecuador, como país que se encuentra en desarrollo minero, ha encontrado en este mercado una opción de crecimiento; sin embargo, sus instituciones débiles y las altas tasas de desempleo y de pobreza han contribuido a que gran parte de la producción se realice en un marco informal e ilegal.
Varios especialistas en el tema coinciden que una de las razones por las que se genera la minería ilegal es que la informalidad permite evadir los costos de legalidad, como prestaciones sociales, seguridad laboral, pago de impuesto y regalías, lo que hace que la ilegalidad sea el camino fácil. Otra razón que genera la informalidad es el tráfico de minerales de alto costo monetario a nivel internacional.
¿Cuáles son las consecuencias de una minería ilegal e informal?
Expertos internacionales en relaciones comunitarias manifiestan que Ecuador, en los últimos años, ha visto un cambio en lo que corresponde a la responsabilidad social y el rol que juegan las empresas mineras a gran escala en la sociedad, ya que en el país se han establecido legislaciones claras con respecto a la protección del medio ambiente.
Lamentablemente, la minería ilegal en Ecuador causa daños y perjuicios en el ambiente, como el aumento de la contaminación por metales pesados causantes de graves daños en los sectores cercanos a ríos o efluentes.
Otra de las graves consecuencias de esta actividad es la explotación de menores de edad involucrados en trabajos forzados y la consecuente permanencia en contacto con grupos delictivos organizados.
Finalmente, todas estas acciones no controladas generan pérdidas en la economía y en la propia industria minera ecuatoriana.
Por estas razones, el Estado debe garantizar la minería legal que tiene la capacidad de tomar decisiones técnicas, ambientales y sociales. Este escenario permite rendir cuentas de la actividad minera, además de ser susceptible de revisión legal y ambiental en caso de errores, construyendo una industria sensata, honesta, capaz y confiable, propiciando una minería responsable.
Por el contrario, la extracción de recursos minerales sin el buen manejo correspondiente, donde no se examina de cerca el cumplimiento de los requisitos ambientales, sociales, económicos, legales y culturales, constituye una amenaza.
Redacción.- Michelle Roman Celi
