Mina Mirador niega un posible desastre ambiental
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Mina Mirador garantiza seguridad ambiental y muestra avances en relaveras

La mina Mirador, operada por la empresa china Ecuacorriente en la provincia de Zamora Chinchipe, abrió sus puertas a los medios de comunicación para disipar preocupaciones sobre las condiciones de sus relaveras y desmentir posibles riesgos ambientales.

 

Ubicada a solo ocho kilómetros de la frontera con Perú, la concesión minera Mirador ocupa aproximadamente 1,400 hectáreas en un área de alta pluviosidad y densa vegetación. La empresa permitió el acceso a su campamento minero de cobre, el tajo de mina, dos relaveras y la planta de beneficio, que constituyen una extensión de 6.600 hectáreas en total.

 

Las dos relaveras en cuestión, Quimi (norte) y Tundayme (sur), fueron el centro de atención después de que organizaciones ambientalistas y de derechos humanos presentaran un estudio que sugiere posibles riesgos de colapso y ruptura de las presas de relaves, comparando la situación. con el desastre en Brumadinho, Brasil, en 2019.

 

César Vásquez, gerente del Departamento de Gestión del Depósito de Relave en Mirador, desmintió estas afirmaciones, destacando que la relavera de Tundayme utiliza un método de construcción aguas abajo, a diferencia de la estructura en Brasil que fue aguas arriba. Además, Vásquez explicó que el material utilizado en la construcción de los diques proviene del polvo de roca estéril de la mina, en contraste con la arena de relaves utilizada en el desastre brasileño.

 

La relavera de Tundayme, con 370 millones de metros cúbicos de capacidad y proyectada para alcanzar los 260 metros de altura, se considera una megaobra de ingeniería. El gerente aseguró que se han implementado normas internacionales y que se han ejecutado 55 contratos de ingeniería y servicios por un valor de $15 millones. Estos contratos incluyen estudios geotécnicos, ensayos de laboratorio en mecánica de suelos y estudios geofísicos, además de tres estudios sísmicos.

 

Andrés Vásquez Ponce, subgerente del Departamento, detalló que la relavera Quimi, con una capacidad de 11 millones de metros cúbicos, está en proceso de cierre técnico y ya ha reducido significativamente su volumen.

 

Para garantizar la estabilidad y robustez de las estructuras, se han implementado medidas adicionales, incluyendo una capa de arcilla, una de geotextil, una geomembrana y otra capa de geotextil en la relavera Tundayme, para prevenir filtraciones.

 

Los técnicos de Mirador resaltaron la importancia de las estructuras y subrayaron su compromiso con la seguridad ambiental, destacando que todas las operaciones se han llevado a cabo cumpliendo con estándares internacionales y con la participación de consultores de renombre, como KCB y la peruana Andes, así como proveedores nacionales.

 

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