Tesoro minero
Por Francisco Briones R.
Ecuador posee un potencial minero excepcional. Exploraciones recientes han revelado ricos yacimientos de oro, cobre y otros minerales. Se estima que los recursos minerales del país incluyen más de 9 millones de toneladas de cobre y más de 23 millones de onzas de oro en diversos proyectos destacados como Fruta del Norte, Mirador, Cascabel, entre otros, con un valor estimado que supera los USD 200,000 millones.
Para muestra un botón: la exportaciones mineras superaron los USD 3,300 millones en 2023 y para este 2025 se espera sobrepasar los USD 4.000 millones. Representarán aproximadamente un tercio de las exportaciones no tradicionales.
¿Qué nos hace falta para consolidar la minería como un pilar de nuestra economía y lograr un éxito como el alcanzado por países vecinos como Perú y Chile, que han convertido a la minería en un motor clave para su desarrollo?
En Chile, la minería representa aproximadamente el 10% del PIB nacional y más del 50% de sus exportaciones, siendo el mayor productor mundial de cobre. Este éxito se debe en gran parte a un marco legal estable y atractivo para la inversión extranjera, infraestructura de primer nivel y una gestión eficiente de los recursos naturales. Por su parte, Perú ha consolidado su lugar como uno de los principales productores de oro y cobre a nivel global gracias a un enfoque estratégico que combina incentivos fiscales, una institucionalidad minera sólida y la promoción activa de su sector minero en mercados internacionales.
Además, la minería en Perú ha generado beneficios sociales significativos como la financiación de programas de salud y educación en áreas rurales, mejorando la calidad de vida de miles de personas. Por ejemplo, en Cajamarca, los ingresos derivados de la minería han permitido construir escuelas y centros de atención primaria de salud, con una inversión estimada que supera los USD 150 millones.
Ecuador, en cambio, aún está pendiente derribar las barreras que han frenado un desarrollo más acelerado de su minería. Entre ellas destacan la incertidumbre regulatoria, la resistencia social derivada de preocupaciones ambientales, una infraestructura insuficiente para soportar proyectos de gran escala y, más recientemente, inseguridad asociada a la delincuencia transnacional organizada. Estas limitaciones impiden que el país capitalice sus recursos minerales para impulsar la economía, generar empleo y reducir la pobreza. Hay que superarlas.
Para que Ecuador aproveche plenamente su potencial minero, es crucial aprender de las experiencias de Chile y Perú. Esto implica fortalecer el marco legal, promover el diálogo con las comunidades y garantizar que los beneficios de la minería se traduzcan en un desarrollo inclusivo y sostenible. Solo así podrá convertir esta riqueza latente en un verdadero catalizador de progreso nacional.
*La opinión de este artículo es responsabilidad del autor y no refleja el pensamiento de este medio.