Ecuador ante el desafío minero: crecimiento económico y protección ambiental
El informe “Ecuador: Crecimiento resiliente para un mejor futuro” del Banco Grupo Mundial, destaca la agricultura, la minería y el turismo como sectores clave para el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la adaptación al cambio climático. Las exportaciones agrícolas representan más del 40 % de las exportaciones totales, empleando a cerca de un tercio de los trabajadores, con un alto potencial de expansión hacia productos de mayor valor añadido.
La minería ha visto un crecimiento impresionante, multiplicándose más de siete veces en los últimos cuatro años y consolidándose como el cuarto sector exportador, impulsado por las minas Fruta del Norte y Mirador. Ecuador tiene una cartera de proyectos mineros que podrían aprovechar la creciente demanda de metales en un mundo que se descarboniza. Sin embargo, la oposición social y política está aumentando debido a preocupaciones sobre los beneficios locales y los impactos ambientales.
El turismo, representando el 3 % del PIB y el 5 % del empleo, también muestra un gran potencial de crecimiento y generación de empleo.
La explotación ilegal es un problema grave, ya que se asocia con el crimen organizado, aumentando la inseguridad y el contrabando de oro, mercurio, explosivos y armas. Las deficiencias institucionales limitan el impacto positivo de la minería formal en ingresos fiscales y desarrollo local. El mecanismo para transferir ingresos mineros a los gobiernos locales es ineficaz y la capacidad de estos para implementar proyectos de impacto es limitada.
La cartografía incompleta y controvertida de territorios ancestrales, junto con un proceso rígido de concesión de licencias medioambientales, agrava la situación. La falta de desarrollo en la supervisión de operaciones mineras genera desconfianza entre los activistas medioambientales y el público. La minería artesanal, que representa el 22 % de la producción de oro, a menudo causa empleos precarios y daños ambientales significativos.
Para enfrentar estos desafíos, es crucial adoptar medidas urgentes y reforzar las instituciones clave. Esto incluye asegurar la participación ciudadana en la legislación ambiental, fortalecer el control de la minería ilegal y reformar la normativa para mejorar la recaudación de impuestos y transferir ingresos a los gobiernos locales. Fortalecer instituciones como ARCERNNR, MAATE y el SRI es fundamental para asegurar un impacto positivo y sostenible de la minería en Ecuador.