MINERÍA SUBMARINA: PAÍSES LA RECHAZAN ANTE LA PREMURA DE SU LEGISLACIÓN
La explotación de minerales y metales a través de la minería se ha convertido, cada vez más, en una necesidad, pues la urgente transición energética es uno de los principales objetivos de las naciones, esto dentro del marco de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo cual también ha resaltado la insuficiente cantidad de elementos que tiene la tierra que pisamos, por lo que, anunciando un gran peligro, muchas naciones quieren explotar el fondo marino, poniendo en peligro los océanos y a sus ecosistemas.
Algunas de las naciones que están interesadas en la explotación del fondo marino son Japón y Australia, pues han comenzado a desarrollar tecnología capaz de extraer metales a grandes profundidades, pero el tema que tiene toda la atención del mundo es la legislación respecto de la extracción submarina, asunto del que está encargada la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA).
La ISA tiene previsto que la elaboración de la regulación de la extracción en aguas internacionales, misma que será la base para que cada país desarrolle sus propias regulaciones respecto de sus recursos. Pero, contrario a lo que se podría pensar, hay muchos países que se oponen a que la autoridad desarrolle un reglamento en un plazo de tiempo tan corto.
NEGATIVA ANTE INCERTIDUMBRE DEL DAÑO AMBIENTAL
La normativa se está elaborando con tanta premura que las primeras concesiones para realizar explotaciones se entregarían en 2023, por lo que Chile, Costa Rica, Brasil y España han solicitado más tiempo a la ISA para aprobar la legislación sobre minería submarina, ya que, consideran de mucha importancia cuantificar los efectos que tendrá esta actividad en el medio ambiente, esto en línea con la posición de organizaciones ecologistas como Greenpeace, quienes mantienen su postura de que, en caso de aprobarse la legislación, habrá “consecuencias devastadoras para los ecosistemas marinos”.
Para poder entender la preocupación de las naciones, no hace falta ver más allá que en nuestra propia realidad, pues el cambio climático ha causado grandes desastres alrededor del mundo, como son la gran cantidad de inundaciones, derrumbes y lluvias torrenciales que han azotado a muchas provincias ecuatorianas.
De igual manera, en Europa también ha afectado de sobremanera la vida de las personas ante intensas olas de calor, incluso superando los 40 grados centígrados, ocasionando que países como Holanda declare escasez nacional de agua por efectos de la sequía generada por los intensos rayos del sol, mismos que ya no son totalmente filtrados por la desgastada capa de ozono.
Así, debemos de ser conscientes de las consecuencias y necesidades de nuestro planeta, tanto como lo somos de nuestra subsistencia y comodidad, porque, aunque la transición energética es urgente y necesaria, una explotación descontrolada y desmesurada solo causará el efecto contrario, porque, recordemos, nuestro planeta ya está bastante enfermo, y prueba de ello es que el agua de lluvia, según un estudio abordado por el medio de comunicación EuroPress, ya no es potable ni siquiera en la Antártida, esto debido a sustancias de origen humano que se han propagado por la atmósfera.
