Desafíos de género en la industria minera
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Causas y desafíos de la baja participación de mujeres en la minería

Causas y desafíos de la baja participación de mujeres en la minería

Es innegable que la industria minera juega un papel crucial en la economía de muchos países del mundo, sin embargo, para nadie es secreto que enfrenta un desafío persistente en términos de diversidad de género en su fuerza laboral, este desafío se manifiesta claramente en el bajo porcentaje de participación de las mujeres en dicha actividad económica, en los países de Latinoamérica este porcentaje oscila entre el 8% y el 16%. Este fenómeno plantea interrogantes importantes sobre las barreras estructurales y culturales que limitan el acceso y la participación de las mujeres en un sector tradicionalmente dominado por hombres. 

 

Uno de los principales factores que contribuyen al bajo porcentaje de participación de mujeres en la minería son las barreras culturales y sociales arraigadas. Las percepciones tradicionales sobre los roles de género en la sociedad latinoamericana a menudo relegan a las mujeres a ocupaciones consideradas más «apropiadas» o «seguras» desde una perspectiva social y familiar. La minería, con sus condiciones laborales desafiantes y su reputación de ser una ocupación masculina, puede ser percibida como inaccesible o poco atractiva para las mujeres, lo que puede desalentar su participación en dicha actividad desde una temprana edad. 

 

Otro aspecto que contribuye a la brecha de género en esta industria es el acceso limitado a oportunidades educativas, las mujeres, especialmente en áreas rurales o marginadas donde además de los obstáculos “convencionales” como el acceso a energía eléctrica, internet, transporte etc., se enfrentan a la desinformación o el desconocimiento de las áreas stem (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), estas áreas del conocimiento interactúan no solo en la industria minera, sino en la mayoría de las actividades económicas que pueden garantizar un trabajo bien remunerado. La falta de programas educativos y de formación dirigidos específicamente a mujeres en este campo limita aún más sus oportunidades de ingresar y crecer en la industria. 

 

Aunque los anteriores problemas recaen principalmente en la atracción de talento femenino en la industria, un desafío aún más relevante es la retención de estos talentos. Para muchas mujeres en América Latina, la conciliación entre el trabajo y la vida familiar sigue siendo un desafío significativo. Las responsabilidades de cuidado no remuneradas, como el cuidado de niños, personas mayores o enfermas, recaen desproporcionadamente en las mujeres, lo que sin lugar a dudas dificulta o entorpece su participación en ocupaciones que demandan largas horas de trabajo o asignaciones lejos de casa, como es común en la minería, lo que se traduce en la “deserción” de estos talentos al tener que elegir entre su familia o su profesión. 

 

Abordar el bajo porcentaje de participación de las mujeres en la minería en Ecuador, requiere un enfoque integral que aborde tanto los factores estructurales como culturales que contribuyen a esta disparidad. Esto incluye: 

 

Implementar políticas y programas que promuevan la igualdad de género en el acceso a la educación y la formación en campos relacionados con la minería. 

 

Crear entornos laborales inclusivos y seguros que protejan contra la discriminación de género, y fomenten la participación activa de las mujeres en todos los niveles de la industria. 

 

Desarrollar políticas de conciliación entre el trabajo y la vida familiar que apoyen a las mujeres mineras en la gestión de sus responsabilidades familiares y laborales. 

 

Fomentar la representación de las mujeres en roles de liderazgo y toma de decisiones dentro de la industria minera, promoviendo modelos a seguir y proporcionando oportunidades de mentoría y desarrollo profesional. 

 

En última instancia, la inclusión de género en la minería no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia clave para impulsar la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de la industria en América Latina y más allá. Al superar los desafíos que enfrentan las mujeres en este sector, se pueden aprovechar plenamente sus habilidades y talentos, promoviendo la innovación, la productividad y el crecimiento económico inclusivo. 

 

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